La vida es 10% de lo que te pasa y 90% de como reaccionas. Hace unos cuantos meses asistí a una charla de ayuda emocional y no por mi sino por una amiga, ella estaba pasando por muy complicados momentos, necesitaba calma, espacio y ser escuchada. Por recomendaciones ese era el lugar indicado para entrar en tranquilidad; no dudó en ir, así como yo en acompañarla.
Recuerdo perfectamente ese día, llegamos con muchas expectativas. Pidieron anotar nuestros datos en una lista, seguir hasta el final del pasillo y entrar en la ultima habitación. Al llegar notamos no ser las únicas en el sitio, al rededor había una cantidad de 15 personas, sentadas con vista a un escenario a la espera de alguien. Pasaron 10 minutos y eso sucedió, luego de ello se escuchó lo siguiente...
Soy Miranda, hoy les contaré mi historia; y en como me convertí en una chica dispuesta a todo...
A lo largo de mi vida, he pasado por muchas cosas, unas buenas, otras malas, unas más grandes que otras, pero aquí estoy, dispuesta siempre a superarme en todo y hacer mi mayor esfuerzo las cosas imposibles, posibles. Tengo 27 años, nací en Chile pero por cosas de la vida resido actualmente en Madrid. Soy una chica bastante aguerrida, pero no siempre ha sido así. Les comento que desde muy pequeña estuve expuesta a mucho, lamentablemente mis padres nunca me dieron la atención necesaria, me dejaron a la deriva; en un camino completamente desconocido. Estuve por muchos años comprendiendo las circunstancias de la vida, y preguntándome cientos de veces ¿Por qué tenia que ser así?, ¿Por qué tanta soledad? ¿Por qué carecer de amor?, no entendía, simplemente no entendía.
Cuando a penas tenía 13 años, un día saliendo del colegio; recibí una de las peores noticias, mis padres camino a casa tuvieron un terrible accidente del cual no lograron sobrevivir, mi padre murió de forma instantánea, pero mi madre aun estaba con vida cuando llegó al hospital. No sabia como sentirme o que hacer, aun estaba muy pequeña y afrontar un problema así, para mi era imposible. A pesar de todo, eran mis padres y eso nadie lo iba a cambiar, ahora la soledad que sentía me abarcaba mucho más que antes. A un par de días mi madre mejoró un poco, creí que esta situación nos uniría y que tendría un amor de madre. Pero no fue así, todo terminó de caer, ella se complicó, y no sobrevivió a una operación. Murió.
En ese momento creía que la vida se caracterizaba por los problemas, y que la mayoría no tenia solución, así que pensé que lo mejor era huir de todo y no ahogarme ante tantas dificultades. Pero la realidad no es así, tenia una mala visión, si es cierto que la vida nos coloca pruebas, las cuales debemos con todo enfrentarlas y encontrarles solución. Tal vez en ese momento la vida me decía que despertará, me colocara de pie, creciera y encontrara la felicidad que yo merecía.
Así como yo, cada uno de ustedes tiene sus problemas; y hoy les daré uno de los consejos que me ha ayudado a lo largo de los años de vida. Y es, que no se le pueden colocar obstáculos a los problemas pero si se pueden manejar a una manera que no nos ahoguen o nos lleven a la locura. Debajo de su silla tienen una caja, dentro de ella hay un papel y un lápiz; sáquenlo. Es momento de que escriban sus problemas y al terminar les explicare el porqué.
Ahora bien, por lo general algunos estiman los problemas como en una balanza donde unos pesan más que otros, pero en realidad no debe ser así, no es tanto el peso de nuestros problemas; sino cuanto tiempo cargamos con ellos. Sí pasamos semanas con ese problema encima, llegaremos a un punto donde nos afectará demasiado y nos detiene a seguir el camino.
Seguirá siendo el mismo problema siempre, pero mientras sigamos pensando en ello, pesara cada vez más. Es por eso, que el método de la escritura nos ayuda a relajarnos, a desahogarnos y a dejarlos por un momento. Ya esos problemas no se encuentran sobre nosotros, sino sobre la hoja. Ahora debemos guardarlos en la caja y descansar por un momento y reconfortarnos, para luego tomarlos y darles solución y nuevamente continuar el camino.
Muchas veces la llave para todo es soltar, solo hace falta dejar los problemas a un lado y hacerse un tiempo para lo que importa realmente; tu bienestar emocional.
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