domingo, 30 de octubre de 2016

En nuestra vida, la perdida de un ser querido


La aventura de la vida es aprender,
su objetivo es crecer,
el desafío es superarse,
la esencia es cuidar
su secreto es atreverse,
su belleza es dar, 
y la alegría es amar.


Muchos estamos acostumbrados a dejar abiertas las puertas de nuestra vida, dando paso a cualquier persona para entrar o salir cuantas veces quiera. Claro esta, que podemos aceptarlo siempre y cuando no afecte nuestro bienestar. Ha ocurrido millones de veces, que la llegada de alguien a nuestras vidas de forma improvista ocasiona grandes cambios en ella; por un momento tu vida puede estar de una manera tranquila y ya luego al minuto te das cuenta que esta de cabeza, esta al revés. 

Así como llegan personas y ocasionan en nosotros un cambio, de la misma forma con su ida pueden nuevamente ocasionarlos. Esa perdida de alguien importante en nuestras vidas puede ser físicamente, dejando solo un recuerdo emocional o simplemente irse porque si, hay veces en las cuales existen las explicaciones, como otras en que no las hay.

No hay nada que duela tanto como la perdida de un ser querido, tanto así que en circunstancias se nos hace imposible aceptarlo; quedamos en el limbo tratando de organizar las piezas de nuestra vida. Son lecciones muy duras, donde extrañas y sabes que no puedes hacer absolutamente nada. Tal vez una despedida pueda darnos un poco mas de calma.

Hace ya unos 13 años, en mi familia tuvimos una experiencia que recuerdo muy bien. La muerte de una prima.

Para mi, ella representaba el papel de segunda madre, mi ejemplo a seguir, mi guía, mi maestra; su perdida fue totalmente influyente, era un dolor devastador, Saber que ya no estaría presente físicamente, que no la podría ver todos los días, abrazarla las veces que quisiera, escucharla decir mi nombre o practicar nuestros pasos de baile. Cientos de cosas pasaron por mi mente, mientras observaba las reacciones de mi familiares por la lamentable noticia. Nuestras vidas fueron afectadas en un parpadear de ojos.

Cada quien es receptivo a su manera, pero no todos tenemos el control de ello. Nunca llegamos a olvidar a una persona que se quiere y se pierde, sino que llega el momento en que aprendemos a vivir sin ella. indudablemente mantienes el recuerdo, mas no logras llenar ese vacío que deja; solo se hace un poco menor.

Antes de ella partir a su nueva vida, nos dejó un maravilloso regalo; un bebe, que no logro conocerla, pero que aun así la reconoce como lo es, su mama. Una estrellita súper reluciente, que nos dio las fuerzas suficientes para aguantar tan amarga situación. Ella sigue aquí, ella permanece dentro de el, ella está en mi corazón, esta a mi lado y toca mi hombro para decirme que me nos ama, y que siempre nos cuidará.

Pasa que nos preguntamos el ¿por que? deben suceder este tipo de cosas, que aun estando claros y conscientes de que a todos nos tocara el momento, nunca estamos preparados para aceptarlo. Dios nunca nos dará una carga que no podamos llevar, El sabe perfectamente hasta donde nuestras fuerzas llegarán.

Te lo dedico a ti;
Estoy aprendiendo a lidiar con tu ausencia, a sobrevivir sin ti y a sobrellevar el dolor del vacío que siente mi corazón. Estoy aprendiendo a mirar la puerta y saber que tu no llegarás, estoy aprendiendo a vivir los recuerdos y a verme bien aunque mi corazón me duela. Estoy aprendiendo a pensarte por las noches, para verte en mi sueños. Nadie me dijo que esto seria fácil. Hay un lugar en el que siempre estarás y de ahí no tengo que aprender a sacarte; vivirás eternamente en mi corazón.


Me ensenaste tantas cosas que fui muy feliz con los años que me regalaste, te extraño mucho y confió en que llegara el día en que te vuelva a ver.

domingo, 23 de octubre de 2016

Aprender no es cambiar, es Crecer


Es bastante cierto que con el tiempo te das cuenta de muchas cosas, y que de igual forma pasa con las circunstancias; puede que cambien en cualquier momento, te harán madurar y entender un poco el por qué suceden las cosas.

Uno de los mejores maestros en la vida, es el tiempo. Sin necesidad de que hagas preguntas, te puede dar  las mejores respuestas. El crecimiento de una persona, no basta con los años de vida, sino de su forma de pensar. Al ejemplo  esta una persona adulta, pero con mente de niño. Así como el tiempo nos enseña, las equivocaciones, los fracasos, los éxitos y experiencias también.

Yo con el tiempo aprendí...
Que no debo depender de nadie, que vivir mi vida y mi felicidad debe ser primeramente por mi, con todas las intenciones de hacer cumplir  mis sueños y mis aspiraciones, por tomar las mejores decisiones, aumentar mi esfuerzo y seguir mi crecimiento.  Soy quien tengo el volante, y el responsable de ir por el camino correcto.

Aprendí que no todo es color de rosa, que así como me pasan cosas buenas, también me ocurren cosas malas. Que si me tropiezo y caigo, con valentía y mucha fuerza mi deber es colocarme de pie e ir con la frente en alto. 

Comprendí que la vida es un siglo constante, que lo que hagas sea bueno o malo, tarde o temprano regresa a ti, No subestimes o lastimes a nadie, el mundo da muchas vueltas y ahora es lo que te queda por venir. 

Aprendí que la mayor fuerza de amor es la familia, que es la piedra donde puedes detenerte cuando estas cansado y no sabes a donde ir. Tan valiosa y poderosa que debemos cuidar. Aprendí que querer es poder, que soy quien puedo colocarme los limites, pero que puedo llegar a donde yo me lo proponga. No hay nada más satisfactorio, que plantearse una meta, una expectativa y ser triunfante de ello. 
Con el tiempo aprendí...
A dar mi brazo a torcer, a perder mi orgullo cuando la situación o la persona lo amerita. Es mejor perder el orgullo por una persona importante, que perder a esa persona por un simple orgullo. A veces se nos complica decir las cosas y más aún cuando sabes que el error lo cometiste tu, es importante estar claro de lo que pueden traen consigo. Fácil, puede ser perdonar a otros  pero muy difícil es pedir perdón.  

Aprendí a tener palabra, a cumplir mis promesas y hacerme cargo de mis acciones y errores. Aprendí que estar solo, no es soledad y que acostumbrarse no siempre es querer. Aprendí a luchar por lo que quiero, por lo que me gusta, me importa y por lo que vale la pena. Aprendí arriesgarme para lograr éxito y excelentes resultados en lo que me proponga.

Entendí que la vida no solo fiesta, sino que tenemos responsabilidades a medida que vayamos creciendo, y que debemos mentalizarnos en nuestro progreso. Entendí que podemos llenarnos de cosas, de lujos, y sentirnos satisfechos. Pero que no siempre nos sentirnos seguros y satisfechos con lo que somos en realidad.

Aprendí a enamorarme con toda honestidad y de la manera más pura; amar con todas las ganas cada parte de una persona, con sus defectos y virtudes. A entregarme en todos los sentidos, y dar los mejor de mi. Aprendí a sentir una ilusión y vivir. Que escuchar música es excelente para todos los estados de ánimos, y que la simple frase de una canción puede darte en el punto exacto del corazón. 
Sobre todo con el tiempo aprendí...
Que la vida no se trata de ser perfecto, sino de ser feliz. Aprendí a valorar lo que tengo, a conocerme más, a darme mi tiempo y a eligir mi paz. Aprendí a no ir de prisa en la vida, sino a ir poco a poco y disfrutar de las maravillas que me ofrece.

Aprendí que cuando te importa realmente alguien solo quieres su felicidad, aun estando consciente de no eres tu quien se la puedes dar. Que sentir dolor es algo inevitable, pero que sufrir es algo opcional.

Aprendí que sigo siendo joven y que tengo mucho por conocer. A seguir alegrándome los días; mejorar cada vez más y plantear mi futuro. Agradecerle a Dios por todo lo bueno. Aprendí a ser Feliz por mi. 
No cambié, solo aprendí.

 Deja fluir, para crecer como persona debes enfrentarte a tu propia vida. Puede que debas despedirte de muchas cosas, recuerda que nuestra aventura es aprender pero el objetivo exacto es crecer.

domingo, 9 de octubre de 2016

Casualidad vs Causalidad


Iniciaré esta historia con una frase que muchos dicen: < Lo que tiene que ser, será. No se puede luchar con el destino >

Ahora bien, ¿Qué creen las personas cuando dicen eso?. 

En la vida nos suelen ocurrir cosas que nos sorprenden, que llegan o pasan de forma inesperada y que de alguna u otra manera nos cambian el pensamiento, pues nos hacen reflexionar. Eso que nos ocurre, que nos sucede puede tener una causa o sencillamente por casualidad, por cosas de la vida y con ayuda del destino.

Podemos creer que el destino esta por encima de nosotros, pero también se puede creer que de igual forma nuestra voluntad esta por encima del destino. Según William Shakespeare, en la vida el destino es quien baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos. 

A pesar de creer en el destino, no se debe dejar que las cosas ocurran al azar o por una determinación del tiempo, nosotros como seres humanos tenemos esa libertad de plantearnos metas, crear sueños, tener aspiraciones y eliminar los limites para así lograr con éxito nuestros objetivos de vida. Hay que recordar que el que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino. 

Si bien es cierto de que existen las casualidades, a veces por distintas circunstancias se nos hace imposible evitar algo, en ese momento no participa ni la voluntad, ni la intención. Pero ahora,¿Y las causalidades? 

En la  mayor parte de los casos nos suceden las cosas por una causa, que puede ser buena o mala. Todo a raíz de lo que hayamos hecho anteriormente, venga por una decisión, por esfuerzos, estudios, intenciones o por el resultado del trabajo. Es por ello que debemos estar centrados, a la perspectiva de todo, de oportunidades y posibilidades, pues la vida se encarga de mostrarnos las cosas y ya luego somos nosotros si logramos verlas por decisión. Como quien dice el destino es un papel en blanco donde uno escribe su propia historia, hay que vivir el momento para entenderlo y encontrar el verdadero camino.

Cuando alguien de verdad necesita algo lo encuentra, no siempre es la casualidad quien se lo procura, sino el mismo, su propio deseo y necesidad que lo conducen a ello. ¿En realidad somos los que queremos?

Les comento que mi niñez un maestro la marco, y por cosas del tiempo había olvidado el recuerdo . Hace ya un par de años vino a mi y aun sigue intacto en mi mente y corazón. Cuando pequeño, estando en clases a todos en el salón nos dio detalle, una moneda, por ser tan pequeños no entendíamos el por qué, pero como todo niño la emoción de un regalo es lo máximo. Nos dijo que si en algún momento de la vida dudábamos en hacer algo que traería consigo el bienestar, tomáramos la moneda, la lanzáramos y si salia cara no temiéramos en hacerlo pues el destino cambiaría y todo estaría a nuestro favor. 

Particularmente nunca  detalle la moneda, al llegar a casa la perdí y no supe mas de ella. Hasta ya hace un par de años que buscando entre cajas viejas encuentro mis cosas del colegio, mis cuadernos, mis boletas, mis dibujos y claro, la moneda. Al tomarla inmediatamente regreso el momento a mi cabeza, esos días de niño, de diversión y no dude en lanzarla. Salió cara, la detalle con más cuidado y me encontré con la sorpresa de que la moneda tenia cara en ambos lados. 

Nadie cambia el destino eso es cierto, pero tampoco hay que colocar barreras al hacer las cosas. No depender solamente de las casualidad de la vida, sino unir nuestra mente con la realidad, no dejes tu vida al destino, créala, vívela, has que suceda lo que tu quieres. Lucha por el éxito, el destino es la excusa de los que no son capaces de hacerlo. Si te equivocas o fracasas, continua. No se equivoca el que ensayando el primer vuelo cae al suelo, sino aquel que por temor a caerse renuncia a volar.

Cada causa tiene su efecto, cada cosa sucede según una ley, la casualidad no es mas que una ley no conocida y existen muchos planos de causalidades, pero absolutamente eres tu quien decide si continuar y escaparse de la ley para vivir tu verdadero destino.

Vale la pena

<< Nada es tan nuestro como lo que dejamos en libertad para que se vaya y no se va >>       De niña repetidamente escuchab...